En un nuevo informe de Onfido, una empresa de verificación de identidad con sede en Londres, se reveló que ha habido un aumento significativo en los intentos de fraude deepfake, alcanzando un aumento del 3,000% en el último año.
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Deepfake es una técnica de manipulación de medios que utiliza inteligencia artificial para crear videos o imágenes falsos, reemplazando el rostro de una persona en contenido audiovisual a través de algoritmos avanzados.
A pesar de tener usos recreativos, los deepfakes también representan riesgos significativos, ya que estos fraudes se basan en la creciente disponibilidad de herramientas en línea accesibles. Desde versiones básicas de deepfakes, que simplemente pegan rostros para crear ilusiones “económicas”, hasta sistemas más avanzados que utilizan IA para transformar y combinar rostros originales con objetivos específicos, requiriendo habilidades y recursos más sustanciales.
El estudio revela que los deepfakes menos sofisticados son responsables del 80.3% de todos los ataques en 2023, lo que representa un aumento del 7.4% en comparación con el año anterior. Aunque la verificación biométrica se señala como una barrera efectiva, los criminales buscan estrategias creativas para eludir estas defensas.
El informe enfatiza la importancia de las tecnologías de verificación biométrica de “vivacidad” para la autenticación, que son capaces de verificar la presencia del usuario en el momento de la verificación. Además, destaca la necesidad de soluciones más automatizadas, incorporando señales de fraude no visuales, inteligencia de dispositivos, geolocalización y patrones de fraude repetidos.